AUTOCID FORD-LLEIDA

Autocid Ford Burgos acabó sucumbiendo en la pista del Lleida por un margen de catorce puntos (90-76), después de estar a punto de remontar en el último cuarto un partido en el que siempre fue a remolque de los leridanos y que incluso llegó a tener una desventaja de 29 puntos (52-23) al inicio del tercer acto.
De salida, Lleida se escapó rápidamente con siete puntos de ventaja (9-2) cuando se cumplía el minuto cinco, obligando ahí a un primer tiempo muerto del banquillo castellano.
Durante el segundo cuarto, las cosas fueron un poco mejor para el cuadro burgalés, aunque a los quince minutos ya perdía por una diferencia de 18 puntos, 34-16.
Tras ese 34-16 justo en el ecuador y logrado merced a un triplazo de Detrick, Andreu Casadevall solicitaba un tiempo muerto. Al técnico del Autocid Ford se le llevaban los demonios, pero tras ese parón las cosas todavía fueron a peor.
Burgos era un poema, ya que tampoco había ninguna agresividad en su defensa. Ejemplo palmario, Lleida ya estaba en bonus mientras los visitantes apenas habían cometido una falta.
Por suerte para los castellanos, apareció en ese momento Darren Phillip, quien con dos canastas seguidas condujo a su equipo a un parcial de 0-6 para situarse 21 por debajo con un 44-23 ya en los compases finales.
Pero en ese momento, el partido vivió un giro. A pesar de que este cuarto comenzó de esta forma pésima, los de Casadevall reaccionaron rápidamente y consiguieron un 52-40 esperanzador, lo que tuvo su continuidad hasta un espectacular 2-19 colocándose muy cerca de los catalanes.
El último cuarto fue espectacular para el cuadro burgalés. Aunque el encuentro parecía sentenciado al inicio de estos diez minutos finales, los de Andreu Casadevall consiguieron 32 puntos en este parcial, y a falta de cuatro minutos llegaron a situarse a doce puntos por debajo de los leridanos, 75-63.
Casadevall ordenó una presión de sus jugadores en toda la pista y ello le permitió robar algunos balones y acercarse hasta los diez puntos de margen 83-73.